

¡NO ABRAS LA BOCA HASTA QUE PATENTES TU INVENTO!
Alexander Graham Bell pasó a la historia como inventor del teléfono. El señor Bell tenía una esposa sordomuda y quería que ella pudiera oír algún sonido, así que se dedicó con pasión a su tarea. Lo que mucha gente ignora es que Elisha Gray había concebido un modelo casi idéntico, pero se le hizo un poquito tarde... Ese 14 de febrero de 1876, Gray llegó dos horas después que Bell a la oficina de patentes. El señor Bell había transmitido la primera frase telefónica de la historia: "Mister Watson, venga". Y con esas sencillas palabras, le ganó la carrera al señor Gray. Después de muchos alegatos, los tribunales de justicia le concedieron la paternidad del invento a Alexander Graham Bell... ¡por una cuestión de horas!
"Los oficios de la imaginación" Yolanda Reyes.Bogotá, agosto 2005. UNESCO